Octava Entrada: El misterio de las cúpulas

       Subsiguiente a las construcciones de catedrales al norte de Europa, Italia y sus estados buscan crear una imagen que los distinga entre todo este progreso. Se competían entre sí para ver cuál podía construir las iglesias más grandes o quién diseñaba el nuevo monumento cultural o hallaba descubrimientos arquitectónicos. Es esta carrera que beneficia al hallazgo que distinguiría a la catedral de Santa María del Fiore localizada en Verona como uno de los íconos que representan la imagen de lo clásico en  Europa. El domo enorme completa el redescubrimiento de las figuras tridimensionales implementadas en la geometría arquitectónica. La primera cúpula monumental italiana del siglo XV fue diseñada por un talento que nunca había sido arquitecto. Filippo Brunelleschi es un escultor experimentado que crea usando el metal. Se estudia como una mente adelantada a su tiempo; y lo demuestra en más de una ocasión.

Filippo Brunelleschi es considerado un hombre Renacentista, desde antes que se formara el movimiento. Fue rechazado en varias ocasiones por apartarse de lo tradicional. En una comisión para las puertas que decorarían un edificio importante de Verona, llegó segundo lugar y favorecieron el diseño que representa lo estático. Brunelleschi logró transmitir emoción y pasión con su arte. Sus piezas de verdad cobraban vida. Su derrota lo llevó al estudio de la arquitectura clásica, la cual analiza y observa sus patrones. La carrera de Brunelleschi no se culmina luego de sus viajes ya que regresa a Verona.        

Al volver a su tierra natal, se estaba llevando a cabo una competencia y su valiosa remuneración al que averiguara cómo exitosamente construir un domo. La construcción y desciframiento del diseño desconocido es prueba nuevamente que la mente de Brunelleschi eran grandemente adelantadas a la de su época vivida. Sin embargo, esto es algo bueno. El diseño del domo tenía que resolver dos grandes problemas: crear la curvatura continua a tan grande escala y que la gravedad no destruya. Filipo somete un concepto que es tan riesgoso que le podría costar su reputación, pero él mismo garantizaba su éxito. Los domos, en realidad son dos: uno interior que apoya y guía la figura del domo exterior, el que se ve a simple vista. La joya del paisaje urbano de Verona fue hecha con dos técnicas, que ahora en el mundo moderno cuesta una cantidad significante de tiempo más que antes. Se está estudiando las técnicas usadas por Brunelleschi, el cual nunca dejó libreta de sus pensamientos, cálculos, ni dibujos. Pero, se cree que mediante el uso de un patrón escalonado de ladrillo puesto uno encima del otro miles de veces que se logró la curva y estabilidad de la estructura. La posición de esos ladrillos debía ser precisa, uno mal puesto y alteraba la posición de todas arruinando el empate perfecto. Es por esta razón que la segunda estrategia es tan crucial. Los ladrillos y sus límites predeterminados se marcan usando el diseño de una flor con ocho pétalos. Esta figura fue un ícono famoso del momento y todavía se asocia con la cultura religiosa del cristianismo. 

La vida de Filippo Brunelleschi es ejemplo que el avance arquitectónico puede caer en manos de cualquier apasionado con ambición y una idea clara. Este hallazgo reencontrado y añadido a la lista de enigmas arquitectónicas es un verdadero avance hacia la reconexión de lo clásico y su vasto conocimiento. De cierta manera, es impresionante como un autodidacta como Brunelleschi pasaría a reflejar consonancia y un parecido al maestro arquitecto, Le Corbusier. Ambos se educan a sí mismos y sus logros trascienden su existencia.

Referencias

PBS, Public Broadcasting Service, 13 Feb. 2014, www.pbs.org/wgbh/nova/video/great-cathedral-mystery/.